THE WHITE RUSSIAN
The white russian (sí, como la bebida) es un libro autoconclusivo de Tom Brady de misterio y asesinato (un thriller) ambientado a las puertas de la revolución de 1917 en San Petersburgo.
Son tiempos convulsos, Rusia está en guerra con Alemania, el país de la emperatriz de todas las Rusias, lo que causa tensiones internas, los bolcheviques ganan poder, el pueblo pasa hambre y los nobles pierden a sus hijos en el frente.
En este contexto, Sandro Alexander Nicolaevitch Rusky, un príncipe caído en desgracia, jefe del departamento de investigación criminal que acaba de volver de Siberia tras ser exiliado durante años por meterse en asuntos de la policía secreta, empieza a investigar una serie de asesinatos a borde del Neva, todo tintado por el ambiente años veinte.
Los personajes principales son ficticios, aunque están inspirados en personas reales que vivieron situaciones similares, y de hecho el propio autor pone las referencias al final del libro, así cómo otras obras que hablan de aquellos tiempos convulsos, en caso de que alguien estuviese interesado en profundizar.
La verdad es que el libro me ha sorprendido mucho. Los capítulos son cortos y se leen rápido. Tiene exactamente el tono que a mi me gusta, está plagado en parte de un resquicio de fatalidad a la que los personajes o pueden escapar que me encanta. Las relaciones entre los personajes son lo mejor, particularmente la de Sandro, el protagonista, con su hermano Dmitri, que es mi personaje preferido.
Esta fatalidad tiene lugar a dos niveles: por un lado, la ironía dramática que tiene lugar a nivel histórico, ya que el lector sabe que la revolución y la caída de la familia imperial es inevitable, y a nivel personal del protagonista principal, un personaje al que la situación supera pese a sus esfuerzos por cambiarla.
Amor, amistad, misterio, asesinatos, revolución e intrigas familiares, una historia triste que retrata una historia perdida antes de que el mundo cambiase para siempre. La verdad es que es un libro que lo tiene todo para gustarme y maneja estos elementos brillantemente. El libro tiene casi 500 páginas, pero me lo leí en menos de 10 días, y eso que era una semana ocupada.
El misterio detrás de los asesinatos está bien llevado, y no se descubre la verdad hasta el final, los eventos históricos están perfectamente retratado, es de esos libros en los que no solo te transportas al momento y lugar descrito, sino que aprendes cosas (en este caso, palabras y costumbres de la Rusia de principios del siglo XX), los personajes tanto ficticios cómo reales están bien trabajados, las tramas son simples pero están perfectamente hiladas.
Es cierto que arranca un poco despacio, pero al cabo de unos capítulos ya te ha atrapado. La verdad es que me esperaba un libro de nivel medio y, aunque no llegaría a decir que es una joya, si que me ha dejado con la sensación de que había leído algo redondo, y de hecho espero poder leer más cosas de este autor.
Recomendado para los amantes de la novela inspirada de hechos históricos.